jueves, 26 de marzo de 2015

Experimenta la síntesis de tradiciones milenarias con el Purna Yoga








































Sentirse integrado y armónico, aprendiendo a desarrollar la expresión corporal y espiritual, es uno de los objetivos del Purna Yoga, una síntesis de técnicas de tradiciones milenarias del yoga. “Te conduce al autoconocimiento, a la conexión con tu ser, con el universo, con la naturaleza y con los seres que te rodean”, revela Cesar Poblete, instructor de purna yoga del centro Rukalihuen.

En cuanto a los beneficios a nivel físico, emocional y mental, básicamente estimula la musculatura, la resistencia y la flexibilidad, estimula el sistema nervioso, flexibiliza la columna vertebral, rejuveneciendo así todo el organismo.

Ayuda a corregir posturas corporales y trabaja la alineación corporal, mejora la concentración, disminuye el estrés y ansiedad, mejora la calidad del sueño, reduce la pérdida de memoria y la falta de oxigenación sanguínea. Entre otros múltiples efectos saludables.

Agrega que el origen del purna yoga proviene de distintos maestros, entre ellos Sri. Aurobindo Ghose (India 1872-1950), Swami Sivananda (India 1887-1963) y Guru Chandra Bala (Dr. Serge Raynaud de La Ferriere) (Francia 1916-1962), quienes fueron precursores de este método, convergiendo todos en un mismo camino de vida.

La dinámica de las clases incluye la práctica periódica y constante de asanas o posturas estáticas, pranayamas o ejercicios de respiración y concentración; y mudras, (gestos o actitudes del cuerpo).
El inicio de la clase consta de un calentamiento para estirar la musculatura, armonizar el cuerpo y prepararlo para el trabajo posterior con las asanas. Luego vienen las secuencias de posturas con un ritmo respiratorio determinado.
Finalmente vienen los ejercicios respiratorios, de concentración y meditación propicios para armonizar las emociones, disminuir el cansancio y serenar la mente.

Es recomendado para toda persona, salvo aquellos que tengan operaciones recientes, y en casos de lesiones óseas, musculares, articulares crónicas. Lo ideal es consultar con el médico tratante, especifica Cesar, quien llegó a conocer el yoga por curiosidad y con la finalidad de sanar un lumbago. “Con tan buenos resultados que a la semana de práctica las molestias del lumbago habían disminuido notoriamente y con el tiempo dejé de tener insomnio, y en cuanto a mi alimentación, comencé a transitar de modo gradual a una dieta ovo lacto vegetariana porque sentía que era lo que mi cuerpo necesitaba.

 “Seguí en este camino, hasta que el año 2013 me forme en Rukalihuen como instructor de purna yoga, con la Escuela Yoga Sakhyam, y al año siguiente dejé mi trabajo como ingeniero para dedicarme completamente a hacer clases de yoga”, confiesa.

Para quienes desean hacer un cambio en sus vidas, el yoga es una alternativa válida de autoconocimiento y sanación. Vale la pena, es un camino en el que uno va avanzando gradualmente, experimentando cambios sutiles, tanto en los niveles de conciencia como en el desarrollo del cuerpo. Y con esto último no sólo me refiero a flexibilidad, hablo de conciencia corporal, de resistencia, de capacidad respiratoria, todo lo cual se traduce en un mejor estado físico y en una mejor calidad de vida.