lunes, 17 de febrero de 2014

Vibraciones ancestrales sanan cuerpo, mente y espíritu, este sábado 8 de marzo para conmemorar Día de la Mujer en Rukalihuen




























Cada vez más personas necesitan armonizarse de manera natural con la música, específicamente con la sonidoterapia, una técnica que nos ayuda a estar en el momento presente y a tomar conciencia del Ser.

Constituye una instancia terapéutica grupal en la cual varias personas reciben simultáneamente sonidos generados por distintos instrumentos sagrados, cuyas vibraciones contribuyen a equilibrar nuestro cuerpo, mente y espíritu, explica la facilitadora de Sonidos para el Bienestar, la psicóloga Victoria Estrada, quien ofrecerá una sesión curativa para todas las mujeres en honor a su día.

En la ocasión nos conectaremos con nuestro poder y sabiduría femeninas con el fin de explorar el propio potencial, para así relajarnos y equilibrarnos, manifiesta la monitora. Especifica que la sesión se divide en una fase activa, donde los asistentes participan de algunas dinámicas, luego le sigue una fase receptiva, en que experimentan un baño sonoro creado a través de cuencos de cuarzo, cuencos tibetanos, didgeridoo, tambor chamánico, palo de lluvia, sonajas y accesorios, y el uso de la voz, (es uno de los instrumentos más sanadores y antiguos que tenemos a nuestro alcance).

Los beneficios de participar en una sesión grupal, son ayudar a reducir los niveles de estrés y de ansiedad, a obtener experiencias de relajación y de reconexión interna, alivio de tensiones corporales, entre otras. “Lo anterior también depende de la apertura de cada persona que asiste a la sesión, algunas de ellas experimentan estados especiales en los que tienen visualizaciones o sensaciones que generan bienestar”, declara la psicóloga.

Aclara que en estas sesiones no participan niñas, pues estas tienen necesidades especiales que corresponden a su propia etapa del desarrollo, las cuales se diferencian bastante de las de un adulto. Es frecuente también que muchos de ellas tengan dificultad para permanecer quietas tendidas en el suelo recibiendo los sonidos, eso sí pueden asistir adolescentes desde los 14 años, las que suelen adaptarse muy bien a las dinámicas.

Quienes deseen asistir pueden llevar objetos para cargar ese día con la energía amorosa del grupo. Interesadas enviar al mail: rukalihuen@gmail.com, para inscribirse en la actividad, cuyo horario será de 19 a 20:30 horas.
Si desean conocer más información del trabajo de las psicólogas Victoria Estrada y Camila Pinto, pueden visitar los siguientes links:
















“Antes que naciera, mis padres ya practicaban Yoga”, revela la instructora de Hatha Yoga de Rukalihuen, Cristina Morales.




















Si bien Cristina recibió influencia del yoga estando en el vientre materno, no fue hasta alrededor de los 17 años cuando comenzó a practicarlo en forma regular. “Ha sido una gran herramienta para desarrollar la consciencia y la presencia en las actividades de la vida diaria, y así mantener mi cuerpo y mente estable ante las crisis y fluctuaciones del entorno”. 
Este último año he incorporado el yoga en mis actividades laborales con buenos resultados como complemento la terapia de mis pacientes y como una innovación en el aprendizaje de estudiantes de kinesiología  devela la instructora de Hatha Yoga y kinesióloga, Cristina Morales, quien imparte esta disciplina en Rukalihuen.

La profesional nos explica que la palabra yoga deriva de la palabra sanscrita ”yuj” que literalmente significa “juntar” o “unir”, así el fin último del yoga es unir el alma individual con el alma universal. De este modo el Hatha yoga tiene la finalidad de purificar la mente y el cuerpo.

La sílaba “Ha” significa “sol” o la energía pránica o vital  que gobierna el cuerpo físico, mientras que “tha” denota la luna o la energía mental (chitta).
Por conclusión el Hatha yoga une y equilibra el cuerpo y la mente mediante asanas (posturas y movimientos físicos), Prāāyāma (ejercicios de respiración), Śa karmas (técnicas de limpieza), Mudrā-s (gestos o actitudes mentales),nāda (sonido) y Bandha-s (cerraduras de energía).

El yoga es uno de los 6 sistemas ortodoxos de la filosofía india. En la filosofía Védica y en los Tantras en tanto, se dice que tiene sus raíces alrededor de 5000 A.C, sin embargo no existió un texto sistemático de guía para el aspirante si no hasta 400 A.C cuando la práctica y el conocimiento del yoga fueron recopilados, coordinados y sistematizados por Maharishi Patanjali en su clásico trabajo los Yoga Sutras.

Entre los beneficios de practicar Hatha Yoga, destacan su influencia positiva en la salud y en todos los órganos y sistemas, especialmente en el sistema nervioso y endocrino. Asimismo ayuda a desarrollar la consciencia corporal y el alineamiento postural, la flexibilidad, fuerza y coordinación neuromotora. Mejora el sistema respiratorio, la circulación cerebral y el sistema inmune.

Cristina especifica que en sus clases se realizan yoga asanas o posturas dentro de variadas secuencias de sincronización de la respiración y el movimiento. Para movilizar la energía vital se trabaja con bandha-s (cerraduras internas), mudrā-s (gestos) y kumbhaka-s (retenciones y suspensiones de la respiración), el uso de mantras (sonidos) y prāāyāma (ejercicios de respiración).

No existen contraindicaciones para practicarlo, cualquier persona interesada puede hacerlo y beneficiarse con esta milenaria disciplina mediante la guía de un instructor calificado, aclara la joven, quien cuenta que el yoga siempre le fue natural pues sus padres lo practicaban junto con la meditación trascendental antes de que ella naciera. “De hecho mi madre viajó a la India a aprender ayurveda cuando estaba embarazada de mi”.








jueves, 6 de febrero de 2014

Si quieres ser instructor de yoga, te invitamos al Instructorado de Yoga












































Si andas en búsqueda de formarte como instructor de yoga, te contamos que puedes optar al instructorado en Rukalihuen, cuyas clases se inician en abril de 2014. Sin embargo desde ya puedes ir conociendo sus contenidos. Es un curso que dura un año de abril a noviembre, especifica Yanquinao Guasch, la formadora.

Entre los temas que se abordan en el instructorado, figuran: Introducción al yoga, Ashtanga Yoga de Patanjali (8 pasos, Asanas (17 posturas y sus beneficios), Dharana y Dhyana (concentración y meditación), Namaskares (saludos), Nidra Yoga (relajación), Yoga y Chacras, Métodos de Yoga, Bandhas, Mantras y Mudras, Gathasta (modalidades físicas), especialidades: Shikitza 1 (yoga terapéutico), Vinyasa Krama (clases prácticas nivel 1), Yogas Sutras de Patanjali y finalmente la practica personal. Al finalizar el curso, se hace un retiro por tres días, puntualiza Yanquinao.

En cuanto a los requisitos: se necesita ser mayor de 18 años y tener un año de práctica en cualquier tipo de yoga (puede ser menos o haber practicado algún tipo de disciplina similar). Claramente siempre en estos cursos hay más mujeres que hombres, sin embargo, de a poco se van integrando varones. Hay que comprender que el yoga es más que una moda y una práctica física, es un estilo de vida, pues aborda una visión integral del ser humano.

Entre los múltiples beneficios de practicarlo, destacan el mantenimiento de la columna y articulaciones flexibles, brinda vitalidad, ya que equilibra los sistemas endocrino, circulatorio, respiratorio, nervioso, etc.
En el aspecto emocional, como se trabaja con la respiración, se equilibra el cuerpo energético, adquiriendo una mejor respuesta al entorno. A nivel social mejoran las relaciones con todos los seres humanos ya que ves el lado luminoso de cada uno.

Y a nivel espiritual con la práctica de la meditación te vas conectando con tu verdadero ser que habita dentro de ti, encontrando paz y silencio interior, destaca Yanquinao, quien se inicio en el yoga a los 9 años, una época en que su madre sufría de jaquecas y le recomendaron esta practica, “y así comenzamos en este camino, los tres con mi hermano. Así los dolores de mi mama disminuyeron y aparte empezamos a experimentar muchos cambios en nuestras vidas”, confiesa.

“Con tantos años de práctica, me siento una persona saludable con energía, disfruto de la vida sabiendo que todo lo que ocurre es un aprendizaje, y por un bien mayor. Agradezco a la vida todos los días por haberme puesto en este camino y ser un instrumento al servicio de los demás”.

Por eso si alguna persona aunque sea adulta mayor, le nace practicar esta disciplina está cordialmente invitada, pues el yoga no tiene edad, es para todas y todos, sin discriminación ni contraindicación, cada uno debe descubrirlo en si mismo.

Si desea conocer más información del instructorado, puedes visitar los siguientes links: www.yogasakhyam.com y http://www.facebook/yoga.sakhyam