lunes, 2 de junio de 2014

El sonido y la meditación sanan estados mentales agitados, conduciéndote a la calma, a la alegría y a la armonía (Sonidoterapia en Rukalihuen)





































Los estados de liberación y relajación profundos logrados con la meditación y la música sagrada de mantras tibetanos e hinduistas, y la música de los pueblos originarios que te habla directo al corazón, me inspiraron a seguir en el camino de la sonidoterapia, revela Hans Schuffeneger, quien realiza esta terapia en Rukalihuen.

La sonidoterapia consiste en la utilización de diversos sonidos producidos por diferentes instrumentos de vibración, cuerda o percusión y la voz humana, aplicados a una persona en estado de apertura y relajación. La utilización de cantos y silabas con cierta vibración, afecta directamente nuestras ondas cerebrales ayudándonos así a entrar en estados mentales determinados dependiendo de que frecuencia utilizamos. 

Los cantos y la música han sido utilizados desde los inicios de la historia del hombre para curar enfermedades tanto del cuerpo como del alma. El arrullo de una madre a su hijo o hija para hacerlo dormir o tranquilizarlo, los cantos de los curanderos para aliviar enfermedades, los ritos ceremoniales de canto y música, etc. 

Luego la ciencia re-descubrió y comprobó los beneficios que tenía la música y el sonido en la recuperación de pacientes convalecientes, enfermedades mentales y diversas patologías, así que ahora hay un respaldo científico importante lo que es muy bueno para que el beneficio del sonido y la música en la salud pueda llegar a más personas en diversos ámbitos da la sociedad.

Explica que nuestro cuerpo es 70% agua, y ésta es afectada directamente por las vibraciones sonoras. Un experimento sencillo es ver cómo te sientes pasando cerca de una ruidosa construcción en el centro de una ajetreada ciudad y ver cómo te sientes oyendo los pájaros cantar por la mañana o un arroyuelo en un bosque silencioso. Ambos efectos en nuestro cuerpo y mente son muy distintos y profundos.

 Así otros de los beneficios de someterse a este baño de sonidos, destacan: soltar tensiones acumuladas en el tiempo, inducir a sentimientos de seguridad, bienestar y felicidad. Hay personas que logran una conexión muy profunda, accediendo al subconsciente, donde se alojan traumas del pasado, como miedos o frustraciones, bloqueos emocionales.

En cuanto a la terapia en si, es muy simple, en ocasiones el paciente recibe estos sonidos o también puede vocalizar sonidos o mantras para ir conociendo su propia vibración y poder curativo. El primer ejemplo es más común. 

La terapia se inicia con una relajación e imposición de manos (reiki) y luego aplico algunos cuencos tibetanos de metal para inducir a la relajación más profunda. “De ahí vamos trabajando distintos tonos de cuencos en diferentes partes del cuerpo, asimismo realizo oraciones de sanación tibetanas que generan bendiciones espirituales en la persona. La terapia dura cerca de 45 minutos a una hora y es como un viaje gradual de sonidos desde los más abstractos a los más concretos”.

Acerca de su propia experiencia sanadora con la sonidoterapia, Hans confiesa que buscaba una conexión directa con lo divino. “Todo partió cuando tocaba en algunas bandas de rock, derivando luego al folclore étnico, también estudie música un año en la UdeC y en algunas academias de música. Agradezco también la formación que recibí de dos musicoterapeutas, uno originario de los andes del norte de Chile, que trabaja con la comunidades Aymara y otro Colombiano”.

Paralelamente comencé a incursionar en la meditación tibetana y sus cánticos rituales, compartí con algunos maestros curanderos de la Amazonia en sus ceremonias de sanación mediante el canto, la música y la medicina natural, describe Hans quien además ha realizado varios talleres colectivos en centros holísticos y en empresas para adultos y niños.

Así llegué a concretar, junto con hermosos y hermosas compañeros y maestros del camino, la terapia del sonido y la música. “Si lograban reconectarme a mi pues lo lograrían con las demás personas, esa fue y es mi premisa al trabajar con esto”.

Hace poco, junto con otros compañeros terapeutas hicimos una página de facebook llamada “Casa Arcoíris – Espacio Terapéutico cultural” y tenemos un disco de músico terapia, con el proyecto Serpiente Arcoíris que pueden oírlo en la página de soundcloud: //soundcloud.com/serpiente-arcoiris

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