En
estos tiempos acelerados, de falta de cercanía física con el resto (al estar
siempre conectados ilusoriamente a través un celular o un computador), muchos vivimos
ansiedad, estrés o depresión. Y llega un punto en que necesitamos calma y paz
en nuestra mente, es decir dejar el bullicio externo e interno para sumergirnos
en la meditación.
Una
de las alternativas es practicar la Meditación Budista Shamata (en sánscrito), shiné (en tibetano) o
calma mental y consiste en bajar los niveles de emociones negativas o
aflictivas a través de la concentración, la postura corporal y la respiración,
explica el instructor Miguel Hidalgo, quien imparte está disciplina en Rukalihuen.
El
objetivo de meditar en este método es disminuir la intensidad del flujo de
pensamientos y apaciguarlo hasta que nos encontremos con un mar quieto que es
la mente en su estado natural. Así estas prácticas meditativas tienen su origen
en La India hace 2500 años aproximadamente, de la mano del Buda, quien
transmitió esas enseñanzas a sus discípulos con la convicción de enfrentar y
superar el sufrimiento humano.
Dentro
de los beneficios de practicar meditación destacan el aumento de la concentración,
la disminución de la ansiedad, el sufrimiento, la depresión y la impulsividad.
Asimismo nos ayuda a disfrutar el momento presente. En relación a la salud
física nos aporta vitalidad, relajo, un mejor dormir, una respiración adecuada,
regula la presión arterial, fortalece el sistema inmune y un sinfín de efectos
positivos a nivel afectivo y emocional.
Cualquier
persona puede practicar meditación, en casos de enfermedades mentales graves,
no sería aconsejable, advierte el instructor, quien llegó a la meditación raíz
de una búsqueda personal en el budismo, en donde encontró su desarrollo
espiritual, revela.
En
cuanto a su propio crecimiento interior, Miguel confiesa que la meditación le ha
cambiado la vida en varios aspectos. “Me ha ayudado a enfrentar los obstáculos
con mayor conciencia y desde la calma, y a la vez se aprende a ver las
enfermedades o dolencias desde el autocuidado, preguntándome que tan
responsable soy de lo que me sucede.
En
lo emocional, sin duda contribuye a manejar la rabia y otros sentimientos
negativos que nos perturban a todos, logrando así vivir con más plenitud y
felicidad.
A
todos los que deseen incursionar en la Meditación Shamata o bien en la Meditación
Tántrica, la cual consiste en cultivar alguna virtud especifica como la compasión
por medio de la recitación de mantras y plegarias, pueden acudir a Rukalihuen.
Para
conocer más sobre estás disciplinas, Miguel les recomienda visitar el Facebook: