En un mundo
en que ha masificado el desarrollo tecnológico y la comunicación virtual a
través de Whatsapp, Skype y otras redes sociales, a veces se hace necesario volver
a lo esencial: mirarnos y acariciarnos con ese otro, sea nuestra pareja, padre,
madre, hijo, etc. Una oportunidad para
rescatar ese tipo de contacto con quienes amamos, viene a ser el Taller de
Masaje en Pareja, que se dictará en Rukalihuen el sábado 17 de enero.
Además de
los indudables beneficios físicos, emocionales y mentales de someterse a una
sesión de masajes, nos permite tomar conciencia de nosotros mismos y a la vez
de acercarnos a ese ser con quien tenemos un lazo afectivo, por ello nos ayuda
a fortalecer las relaciones con las personas con las cuales convivimos y con nuestro entorno explica el instructor
del taller y kinesiólogo, Javier Rojas.
El taller
durará tres horas prácticas, “y como punto de partida damos a conocer la
intención que se debe tener en un masaje,
es clave la respiración y la distribución de la fuerza. Luego
repasaremos las diferentes técnicas de masajes, entre ellas, destacan el
ayurveda, thai y digitopuntura, combinadas con la kinesiología moderna, de este
modo entregamos bienestar, salud y relajo a la otra persona”.
La idea es
aplicar estas técnicas en un segmento del cuerpo y luego cada pareja tendrá 15
min para practicar. La sesión concluirá con algunos ejercicios dinámicos de
elongación, asimismo cada pareja recibira material de apoyo, describe Javier,
quien tiene conocimientos de terapias manuales, técnicas de quiropraxía y
alimentación ayurvédica.
Aclara que
el taller está abierto a las parejas en general, sean sentimentales, de amigos,
familiares. No excluye a embarazadas, sólo que se debe tener cuidado al
realizar ciertas maniobras con estas mujeres. Lo mismo corre para el caso de
personas con capacidades diferentes (físicas o mentales), en donde las técnicas
pueden ser modificadas a su favor.
Sí, está
contraindicado participar a quienes hayan recibido alguna cirugía (un mes), o
padezcan una patología infecciosa, heridas abiertas, enfermedades renales
agudas, enfermedades vasculares y aquellos que viven un proceso de metástasis o
cáncer, puntualiza el profesional quien además ha incursionado en la
ritmopractica, lo cual consiste en una rutina de ejercicios de repetición y
respiración que desarrolló el maestro japonés Tomio Kikuchi.
Todo el
conocimiento adquirido, sumado a las experiencias de vida me llevaron a
concentrar la energía en este taller, confiesa Javier. “Gracias al Universo en
su totalidad, a la Tierra y a mi familia por lo aprendido y sanado para poder
seguir entregando”.
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