Si andas en búsqueda de formarte como instructor de yoga, te contamos
que puedes optar al instructorado en Rukalihuen, cuyas clases se inician en
abril de 2014. Sin embargo desde ya puedes ir conociendo sus contenidos. Es un
curso que dura un año de abril a noviembre, especifica Yanquinao Guasch, la
formadora.
Entre los temas que se abordan en el instructorado, figuran:
Introducción al yoga, Ashtanga Yoga de Patanjali (8 pasos, Asanas (17 posturas
y sus beneficios), Dharana y Dhyana (concentración y meditación), Namaskares
(saludos), Nidra Yoga (relajación), Yoga y Chacras, Métodos de Yoga, Bandhas,
Mantras y Mudras, Gathasta (modalidades físicas), especialidades: Shikitza 1
(yoga terapéutico), Vinyasa Krama (clases prácticas nivel 1), Yogas Sutras de
Patanjali y finalmente la practica personal. Al finalizar el curso, se hace un
retiro por tres días, puntualiza Yanquinao.
En cuanto a los requisitos: se necesita ser mayor de 18 años y tener un año de práctica en cualquier tipo de yoga (puede ser menos o haber practicado algún tipo de disciplina similar). Claramente siempre en estos cursos
hay más mujeres que hombres, sin embargo, de a poco se van integrando varones.
Hay que comprender que el yoga es más que una moda y una práctica física, es un
estilo de vida, pues aborda una visión integral del ser humano.
Entre los múltiples beneficios de practicarlo, destacan el mantenimiento
de la columna y articulaciones flexibles, brinda vitalidad, ya que equilibra
los sistemas endocrino, circulatorio, respiratorio, nervioso, etc.
En el aspecto emocional, como se trabaja con la respiración, se
equilibra el cuerpo energético, adquiriendo una mejor respuesta al entorno. A
nivel social mejoran las relaciones con todos los seres humanos ya que ves el
lado luminoso de cada uno.
Y a nivel espiritual con la práctica de la meditación te vas conectando
con tu verdadero ser que habita dentro de ti, encontrando paz y silencio
interior, destaca Yanquinao, quien se inicio en el yoga a los 9 años, una época
en que su madre sufría de jaquecas y le recomendaron esta practica, “y así
comenzamos en este camino, los tres con mi hermano. Así
los dolores de mi mama disminuyeron y aparte empezamos a experimentar muchos
cambios en nuestras vidas”, confiesa.
“Con tantos años de práctica, me siento una persona saludable con
energía, disfruto de la vida sabiendo que todo lo que ocurre es un aprendizaje,
y por un bien mayor. Agradezco a la vida todos los días por haberme puesto en
este camino y ser un instrumento al servicio de los demás”.
Por eso si alguna persona aunque sea adulta mayor, le nace practicar
esta disciplina está cordialmente invitada, pues el yoga no tiene edad, es para
todas y todos, sin discriminación ni contraindicación, cada uno debe
descubrirlo en si mismo.
Si desea conocer más información del
instructorado, puedes visitar los siguientes links: www.yogasakhyam.com y
http://www.facebook/yoga.sakhyam
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